martes, 6 de noviembre de 2007

Análisis Monty EF38



Como prometí en una entrada anterior de Indios Blancos os voy a contar en detalle mi análisis sobre la bicicleta Monty EF38.

En primer lugar dejar claro que no tengo nada que ver con la empresa Monty ni con su competencia y que intentaré expresar un análisis lo más objetivo posible. Debéis tener en cuenta que es mi primera bicicleta eléctrica por lo que es la mejor y la peor bicicleta eléctrica que he tenido y por lo tanto no puedo comparar realmente con otras bicicletas eléctricas.

Debéis saber que la bicicleta en cuestión es el modelo más avanzado que en la fecha tiene Monty en su gama de bicicletas eléctricas, es por ello que también es la más cara de esa gama, mil y pico euros.

La bicicleta en sí es una bicicleta tipo plegable, folding bike como dicen los amantes del inglés, es decir, una bicicleta con ruedas pequeñas, en este caso de 18”, que se dobla por dos sitios: por la tija del manillar y por la barra del medio, además, el sillín tiene una tija larguísima que se puede bajar. Esto le permite a la bicicleta plegarse y quedar con un tamaño aceptable para meterla en el maletero del coche o subirla al autobús, etc.

Viene con un motor Brushles de 250w, al parecer justo el límite de potencia para que el cacharro, legalmente, se pueda llamar bici.

La batería es de litio y pesa dos kilos y medio, es práctica, porque se puede desmontar con facilidad de la bici, por ejemplo para recargarla en el trabajo. Además viene con un cierre de seguridad accionado por una llave que impide que alguien se la lleve si dejas la bicicleta atada en la calle.

Como accesorios esta bici te viene con:
· Guardabarros
· Mando acelerador
· Una práctica maletita, con ruedas, que te permite llevarte la bici de viaje
· Un trasportín con dos correas elásticas
· Un velocímetro con indicador de carga de batería
· Una luz delantera.


ACABADO

El acabado de la bicicleta en general es bueno, a mi me dio muy buena impresión cuando la saqué de la caja, la compré por Internet.

Casi todo lo metálico es de aluminio y parece lo suficientemente robusto para un uso diario.

No puedo hablar bien de la apariencia de la instalación eléctrica, está llena de cables que, para mi gusto, deberían estar más ocultos, como ejemplo ver este conector que venía tal cual en la bicicleta.




De hecho reclamé la tapa, que pensé que faltaba. Resultó que no faltaba y me enviaron en su lugar, para que me quedara tranquilo, un trozo de cámara de bicicleta y dos abrazaderas de plástico, por cierto, verdes, que no pegan con la bicicleta. La idea era aislar el conector del agua aunque me garantizaron que la pieza era impermeable.

Como no todo es malo en la instalación eléctrica comentar que viene sujeta en algunos puntos con una espiral de plástico negra que no queda mal y mejora la mala sensación de ver muchos cables en algunos puntos.

El resto de las partes de la bici son de un aspecto con una calidad aceptable, guardabarros, sillín etc.

Un detalle que ha descuidado Monty y que ha causado que se arañe la tija del sillín es que no había rebajado las rebabas del tubo que sujeta la tija, con lo que, una vez bien ajustado el cierre que sujeta el sillín, al bajarlo, quedó muy arañado.

LA PRIMERA VEZ QUE TE SUBES

La primera impresión que tuve cuando subí por primera vez a la bicicleta es que la postura es comodísima, la longitud de la tija del sillín y del manillar permiten que yo, que mido aproximadamente 1,80 cm, pedalee cómodamente.

Cuando comienzas a pedalear, si has girado la llave de contacto, el motor se pone en marcha y ahí te sorprende el tirón que pega el motor, te das cuenta que no es tu fuerza quien lleva la bici y enseguida sientes la brisa de la velocidad.

Al principio, al no estar acostumbrado al uso de una bicicleta eléctrica tiendes a detener el pedaleo, como harías en muchas ocasiones en una bici normal. Pero, si paras, el motor se detiene y la bici se desacelera.

La bicicleta en llano coge realmente los 20 km/h y cuando giras el acelerador, es como el de una moto pero sólo tiene dos posiciones – accionado y sin accionar- sientes un pequeño impulso que te lanza la bicicleta un poco más rápido hasta los 25 km/h. En bajada se alcanzan velocidades altas y parece bastante segura mientras no haya baches. No es casualidad lo de los 25 km/h al parecer la ley no permite que una bicicleta con pedaleo asistido alcance con el motor más velocidad.

También ocurre que, a veces, tiendes a dar pedales con velocidad y entonces sientes que la bici da tirones, es como si el motor se detuviera, momentáneamente, por alguna causa. Esto te obliga a un pedaleo muy relajado. Sinceramente me gusta pensar que es el funcionamiento normal y no una avería.

En cuestas, más o menos pequeñas, la bicicleta casi ni se entera y sigue marchando con brío y en cuestas de cierta importancia de un diez por ciento más o menos baja la velocidad hasta los 16 km/h. Esta velocidad se supera con mucha velocidad en cuanto aplicas un poquito más de fuerza a los pedales, es el único momento en el que realmente aportas fuerza a la bici.

Es muy interesante ver que en llano no tienes una gran velocidad punta y los ciclistas en bicis normales pueden pasarte con cierta facilidad, si lo desean, aunque no vayas a un ritmo despreciable. Pero cuando llegan las cuestas es cuando la bicicleta eléctrica EF38 muestra su fuerza y pasa con cierta facilidad a muchos ciclistas a pesar de su esfuerzo, sobre todo, en cuestas largas.

Cuando la usas por la noche, enciendes la luz, quizás debería decir el faro, que se acciona mediante un botón al lado derecho del manillar. Es muy fácil de accionar y en ocasiones lo presionas accidentalmente. Lo cierto que fue sorprendente el chorro de luz que producía, se veía perfectamente con él y llamaba más la atención de otros ciclistas que la bici misma. Muy bien en ese aspecto ya que Monty ha pensado en una luz para ver y no sólo para que te vean, pero ¿qué les costaba poner otra luz trasera? Hubieran hecho la gracia completa.


EN EL USO DIARIO

Me desplazo diariamente unos veinte kilómetros en carril bici hasta mi trabajo y consigo medias de veinte kilómetros hora lo que es mucho si se tiene en cuenta que no sudas nada. Eso en una bici normal es imposible, porque de camino a mi trabajo hay cuestas y seguro que tienes que hacer esfuerzos.

Primeros ajustes después del uso, la bici venía sin ajustar en algunos puntos y hay que tenerlo en cuenta para su uso:



  • El cierre rápido que permite el cierre de la bicicleta por la mitad, si no se ajusta se abre con los baches. Sólo es girar una ruedecita y ya no se vuelve a abrir.

  • El cierre de la tija del sillín no estaba ajustado y con el tiempo y los baches el sillín baja poco a poco. Se ajusta fácil pero ojo, tener en cuenta lo que comenté de las rebabas para que no se arañe la tija, pasa la mano y si araña, pasa una limita o una lija para rebajarlas.


  • La tija del manillar también había que ajustarla con una llave allen, ojo que aquí, si no lo haces, corres el riesgo de que la rueda vaya en una dirección y el manillar en otra con la consecuente caída. En mi bici no termina de apretarse tan firmemente como me gustaría pero parece suficiente para que sea seguro.


  • Por supuesto las ruedas hay que hincharlas, yo pongo una presión de 3,5 kg, pero eso a gusto del consumidor.




La autonomía viene siendo suficiente para hacer los 20 km hasta mi trabajo pero no creo que llegue a los 35 km de la publicidad a no ser que sea el terreno completamente llano. Si es bajada seguro que llega muuucho más lejos. Esto me obliga a llevar el cargador al trabajo y recargar la batería allí, en seis horitas, listo y por la noche, lo mismo.

He encontrado una pega en la comodidad y es que, a pesar de que el sillín parece bueno, tiene un agujero que le hace parecer antiprostático- no sé si lo es realmente- y que hay un pequeño amortiguador en la tija del sillín ,con el tiempo, acabé sintiendo una molestia en el coxis. Yo lo achaco principalmente a la postura que, en las bicicletas plegables- no sólo en esta- la columna no se inclina respecto al eje de la tija del sillín con lo que casi todo el peso del cuerpo y las fuerzas, en los baches, acaban en el mismo punto, el coxis. No sé si se puede hacer algo sobre este asunto, lo cierto es que Monty parece consciente al incorporar el amortiguador y el citado sillín.

Suelo llevar un ordenador portátil y para ello compré un pulpo que se puede atar al trasportín, se lleva sin problemas y a pesar del peso no observé un cambio en el comportamiento de la bicicleta.

Una cosa importante es que la bici no exige una indumentaria especial y puedes ir vestido como desees, sería deseable que la cadena fuera completamente cubierta, sólo está cubierto el plato. De todos modos, yo aún no me he manchado; sólo he tomado la precaución de usar una pinza para el pantalón.


Con poco uso, unas dos ocasiones, se me fundió la luz y tuve que buscar una bombilla, se la solicité a la tienda donde compré la bicicleta y me la enviaron pero no era exactamente la solicitada. El caso es que es una bombilla un poco rara, ya que tiene 36 voltios y 5w con casquillo de rosca E10 y os aseguro que no es nada fácil de encontrar, ni tan siquiera en Internet. Finalmente encontré una de 36 voltios pero menos potencia, adiós al foco de luz. Estoy esperando a que me la envíe Monty.

Es en este tema, el de los recambios, dónde estoy más intranquilo con Monty, una de las razones por la que elegí esa marca es por el prestigio que tenía que me daba cierta garantía. Pero lo cierto es que me intranquiliza el hecho de que en su web esté, en la fecha, el apartado de recambios en construcción. Realmente, no he visto en ningún sitio que vendan recambios para las Monty eléctricas, pero bueno, es sólo un temor que supongo que desaparecerá cuando se me acabe la batería o tenga otra necesidad porque, supongo, que las tiendas especializadas se pondrán en contacto con Monty y solicitarán el recambio y este vendrá sin problemas. Ya os contaré.

Es un poco pesada para llevarla en transporte público, 17 kg, pero su tamaño no molesta a los demás pasajeros y te permiten subirla, con raras excepciones, al metro o al autobús. Como única crítica en este asunto es que los protectores de plástico que vienen en los tornillos de los ejes de las ruedas se caen con suma facilidad al estar plegada. He tenido que echarles una gotita de pegamento.

EN RESUMEN

La bicicleta eléctrica Monty EF38 cumple con las necesidades para ser un vehículo para el uso diario, en general, está bien acabada con material de buena calidad aunque un poco descuidada en pequeños detalles como el cableado o la falta de un pequeño lijado de las rebabas de la tija del sillín.

Su potencia es suficiente para subir cuestas y hacer medias de veinte km/h.

La autonomía de la batería le permite hacer veinte km de ida y veinte de vuelta con una recarga en medio. Además el poder extraer la pila de la batería y que esta tenga un cierre de seguridad es algo que hace cómodo el poder recargarla en sitios como el trabajo.

Como pega es la molestia de coxis que puedes tener con el uso continuado de la misma debida a la postura excesivamente recta a la que obligan las bicicletas plegables.

Otra pega, para muchos, es el precio que tiene la bicicleta que está por encima de los mil euros. Pero si se usa diariamente para ir a trabajar, sustituyendo el coche- por ejemplo- se acabará amortizando.



http://www.monty.es/ebikes/es/bikes/ef38.asp


lunes, 5 de noviembre de 2007

Batalla de los Indios en Madrid



Debéis saber que los blancos con el apoyo del jefe del territorio de la comunidad de Madrid, una tal Esperanza Aguirre, parece que están destruyendo lo poco que queda de lo que antes fue un vergel habitado por osos y madroños.

Madrid, hace mucho tiempo, era un lugar de tal belleza que a uno de los más poderosos jefes blancos de la historia le entraron ganas de vivir ahí y desde entonces sus herederos vivieron allí. Desde entonces Madrid ha sufrido al hombre blanco y los hermanos osos, que antes eran abundantes en el territorio, ahora sólo quedan en el escudo como un recuerdo macabro. Pero aún queda algo de ese pasado, no demasiado, pero no por eso menos valioso.

Según nos cuenta “Diario Forestal" el jefe del territorio, Esperanza Aguirre, ha dejado, decretando nuevas leyes, en manos del hombre blanco prácticamente el 75% del territorio de Madrid. El blanco, en su inmensa ambición, según lo que dice “Diario Forestal”, ha decidido quitar el poder a los guardias forestales, unos señores que antes podían, con muchas limitaciones, vigilar que no se hicieran atrocidades contra nuestros hermanos los bosques y contra nuestros hermanos los animales.

El objetivo parece ser facilitar al blanco que “construye” todo el terreno que necesite con la idea de que así se aumenta la riqueza. Nosotros los indios no entendemos este concepto del hombre blanco ¿qué clase de riqueza aumenta si nuestros hijos no pueden jugar entre los bosques y bañarse en el agua fresca de ríos como el Manzanares o ver a los buitres negros en Rascafría? Lo cierto, es que los constructores sí aumentan su fortuna económica pero matan a la Madre Naturaleza a la que pertenecen ¿cómo van a ser más ricos después de eso? Podrán tener campos de golf y grandes urbanizaciones con piscinas pero dejarán de oler las jaras y las encinas, dejarán de sorprenderse por la bella aparición de un tímido ciervo, dejarán de disfrutar por coger unos níscalos en el bosque de pinos y tantas cosas que son parte de la verdadera riqueza de un hombre.

Es obligación de todos los indios protestar por esto, divulgarlo y hacer pacíficamente lo que esté en nuestras manos para detener a estos blancos que debido a su escaso amor a la Naturaleza y su inmenso amor al dinero están cometiendo semejante atrocidad.

Leer y si queréis, hacer algo->


http://www.diarioforestal.es/index.asp?modo=grupo&tipo=co&donde=942&tcom=España&ref=no&fgrande=si

viernes, 2 de noviembre de 2007

Bici eléctrica en Madrid

Hace poco he comenzado a usar la bicicleta eléctrica para ir a trabajar y quiero compartir con vosotros mis experiencias.

El montar en bicicleta para ir a trabajar es un deseo mío desde hace tiempo pero siempre me he encontrado con diferentes dificultades para poder realizarlo, os comento:

- Vivo en las afueras, a aproximadamente 12 km del centro y mi trabajo varía continuamente de lugar porque paso tiempo trabajando donde están las oficinas de mis clientes.

- Trabajo vestido habitualmente con traje y corbata, no puedo llegar sudado.

- Me preocupa mi integridad física, me asusta bastante meterme entre coches.

Todo esto se ha solucionado recientemente y eso porque han construido un carril bici que da la vuelta a Madrid, el Anillo Verde Ciclista que me motivó para investigar una ruta hacia mi trabajo.

La citada ruta existía, con la suerte de que podía llegar prácticamente hasta la puerta de mi trabajo en carriles bici, con lo cual, me quitaba la dificultad de meterme entre los coches. Ahora sólo me quedaban dos dificultades la de la distancia y la del vestuario.

Lejos de disminuir, si utilizaba la ruta de carriles bicis, la distancia aumentaba considerablemente lo que agravaba el problema de ir con traje y corbata, sudaría demasiado.

La solución vino cuando me fijé en las bicicletas eléctricas. Con una bicicleta eléctrica no se hace tanto esfuerzo, el pedaleo es asistido, y se pueden recorrer distancias "grandes" sin sudar. Es por ello que me decidí a comprar una de estas bicis. Concretamente me compre la EF38 de Monty, con la que, hasta el momento, ya os contaré experiencias, no me va mal y elimino las dificultades de la distancia y el sudor.


Recorro diariamente veinte kilómetros de ida y veinte de vuelta y tardo una horita en hacerlo. Los que no seáis de Madrid quizás os parezca una barbaridad, pero creerme, para uno de Madrid este tiempo está en lo normal. Sólo es media hora más que lo que tardo, sin atascos en coche o en moto y a cambio, no contamino, no hago ruido, hago algo de deporte, ahorro dinero y además, por si fuera poco y de regalo, voy viendo parques con lo que veo algo de naturaleza, árboles y pájaros.

Pero no todo son bondades cuando he intentado usar la bicicleta fuera de carriles bicis, por calles, me he encontrado de frente con la realidad del tráfico de Madrid y no es que percibiera mucho peligro por los coches, ya que elijo calles de poco trafico y en las que los coches no deben ir rápido, es que he sufrido el poco civismo y poca cultura de la bicicleta de, sobre todo, algunos conductores de Madrid.

Os pongo un ejemplo:

El otro día llegué hasta la zona de Pozuelo y Aravaca, zonas que apenas conozco. Pero os diré que, al menos por donde yo estuve, son zonas residenciales de calles tranquilas con muchos chalecitos a los lados.

Intento no ir metiendo miedo a los peatones por lo que, dónde me considero relativamente seguro, voy por la calzada, el caso es que subía una pendiente por una calle con dos sentidos de circulación y escuché como se acercaban coches por detrás. A los treinta segundos el conductor del coche que me seguía comenzó a pitarme de manera exagerada y sin más justificación que que yo iba delante y él tenía prisa. Yo me puse nervioso y enfadado por su actitud, me arrepentí de lo que hice, paré en seco, me jugué que me alcanzaran por detrás, y pregunté que si ellos tenían más derecho que yo a circular por la calle. Para mi sorpresa, el conductor (en este caso conductora, aunque me da igual) que había pitado no fue quien contestó sino que fue el conductor que le seguía y dijo sin dudarlo y rotúndamente que sí, que tenía más derecho, les llamé incívicos y los ignoré, continué pedaleando hasta la siguiente rotonda y les hice el signo de que pasaran.

En resumen:



Os recomiendo usar la bicicleta para ir a trabajar en Madrid, si vives lejos una bici eléctrica es una buena experiencia que mejora tu salud y tu economía. Pero, ten en cuenta que, si no vas por carril bici y vas por calles de las de poco tráfico, tendrás que tener una paciencia infinita con algunos conductores de coches que siguen creyendo en la ley del más fuerte y no te respetarán. ¿No podría el ayuntamiento empezar a hacer campañas de concienciación para promover el uso de la bicicleta y el respeto a la misma siendo conscientes, como me consta, de que su uso mejora el problema de la movilidad de la ciudad?
Algunos enlaces interesantes:
Asociaciones:
Mapas de carriles bicis en Madrid:

Presentación de Indios Blancos


Aquí comienzo mi andadura en esto de los blogs con la esperanza de que mi voz se oiga y poder aportar mi granito de arena para hacer un mundo mejor.

El título del blog es “Indios Blancos” y tiene relación con un texto, que recibí, que me inspira y con el cual, de algún modo, me siento identificado. Al leer el texto también comprenderás porque he adoptado el pseudónimo "Suquamish". Supongo que el texto en cuestión está en Internet en repetidos sitios y con diferentes formas pero no por ello deja de ser importante para reflexionar y es por eso que me permito “copiar y pegar” el texto tal cual (prometo no hacerlo costumbre). Que te aproveche:

“A mediados del siglo XIX, casi todo el territorio de los Estados Unidos había sido colonizado por los blancos, y los indios habían sido prácticamente exterminados. Entre las pocas tierras vírgenes remanentes estaba el actual estado de Washington, que linda con el Pacífico y Canadá. Su geografía montañosa y boscosa y su clima extremadamente frío lo mantuvieron a salvo mientras hubo alternativas más fáciles. Pero por entonces la presión allí comenzó también a ser grande.

Todo o una parte importante de este territorio estaba habitado por la tribu de los suquamish que, conscientes ya de su inferioridad ante los numerosos hombres blancos, trataban de convivir en paz con ellos, cediéndoles generosamente tierras para que se instalasen. Pero es bien sabido que el hombre blanco, sobre todo si es anglosajón, nunca tiene suficiente.

En 1854, el presidente de los Estados Unidos, Franklin Pierce, envió una carta a Seattle, jefe de los suquamish, presionando para que ‘vendieran’ sus tierras y aceptasen ser confinados en una reserva. Esta es la respuesta de Seattle (ciertos negacionistas interesados ponen en duda su autenticidad, parece claro que los compiladores y traductores habrán ‘embellecido’ el lenguaje, pero el mensaje permanece auténtico, poderoso, ¡y profético!):

El Gran Jefe Blanco de Washington ha ordenado hacernos saber que nos quiere comprar las tierras. El Gran Jefe Blanco nos ha enviado también palabras de amistad y de buena voluntad. Mucho apreciamos esta gentileza, porque sabemos que poca falta le hace nuestra amistad.

Vamos a considerar su oferta pues sabemos que, de no hacerlo, el hombre blanco podrá venir con sus armas de fuego a tomar nuestras tierras.

El Gran Jefe Blanco de Washington podrá confiar en la palabra del jefe Seattle con la misma certeza que espera el retorno de las estaciones. Como las estrellas inmutables son mis palabras.

¿Cómo se puede comprar o vender el firmamento, ni aún el calor de la tierra? Dicha idea nos es desconocida.

Si no somos dueños de la frescura del aire ni del fulgor de las aguas, ¿cómo podrán, ustedes comprarlos?

Cada pedazo de esta tierra es sagrado para mi pueblo, cada brillante mata de pino, cada grano de arena en las playas, cada gota de rocío en los bosques, cada altozano y hasta el sonido de cada insecto es sagrado a la memoria y al pasado de mi pueblo.

La savia que circula por las venas de los árboles lleva consigo las memorias de los pieles rojas. Los muertos del hombre blanco olvidan de su país de origen cuando emprenden sus paseos entre las estrellas; en cambio, nuestros muertos nunca pueden olvidar esta bondadosa tierra, puesto que es la madre de los pieles rojas.

Somos parte de la tierra y asimismo, ella es parte de nosotros. Las flores perfumadas son nuestras hermanas; el venado, el caballo, la gran águila; éstos son nuestros hermanos. Las escarpadas peñas, los húmedos prados, el calor del cuerpo del caballo y el hombre, todos pertenecemos a la misma familia.

Por todo ello, cuando el Gran Jefe de Washington nos envía el mensaje de que quiere comprar nuestras tierras, nos está pidiendo demasiado. También el Gran Jefe nos dice que nos reservará un lugar en el que podamos vivir confortablemente entre nosotros. Él se convertirá en nuestro padre y nosotros en sus hijos. Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Ello no es fácil ya que esta tierra es sagrada para nosotros. El agua cristalina que corre por ríos y arroyuelos no es apenas agua sino la sangre de nuestros antepasados. Si les vendemos la tierra, deben recordar que es sagrada y a la vez deben enseñar a sus hijos que es sagrada y que cada reflejo fantasmagórico en las claras aguas de los lagos cuenta los sucesos y memorias de las vidas de nuestras gentes.

El murmullo del agua es la voz del padre de mi padre. Los ríos son nuestros hermanos y sacian nuestra sed, soportan el peso de nuestras canoas y alimentan a nuestros hijos. Si les vendemos nuestras tierras ustedes deben recordar y enseñarles a sus hijos que los ríos son nuestros hermanos y también lo son suyos y, por lo tanto, deben tratarlos con la misma dulzura con que se trata a un hermano.

Sabemos que el hombre blanco no comprende nuestro modo de vida. Él no sabe distinguir entre un pedazo de tierra y otro, ya que es un extraño que llega de noche y toma de la tierra lo que necesita. La tierra no es su hermana sino su enemiga y una vez conquistada sigue su camino, dejando atrás la tumba de sus padres sin importarle. Le secuestra la tierra a sus hijos. Tampoco le importa. Tanto la tumba de sus padres como el patrimonio de sus hijos son olvidados. Trata a su madre, la tierra, y a su hermano, el firmamento, como objeto que se compran, se explotan y se venden como ovejas o cuentas de colores. Su apetito devorará la tierra dejando atrás sólo un desierto.

No sé, pero nuestro modo de vida es diferente al de ustedes. La sola vista de sus ciudades apena los ojos del piel roja. Pero quizás sea porque el piel roja es un salvaje y no comprende nada. No existe un lugar tranquilo en las ciudades del hombre blanco, ni hay sitio donde escuchar como se abren las hojas de los árboles en primavera o como aletean los insectos. Pero quizás también esto debe ser porque soy un salvaje que no comprende nada. El ruido parece insultar nuestros oídos. Y, después de todo ¿para qué sirve la vida si el hombre no puede escuchar el grito solitario del chotacabras ni las discusiones nocturnas de las ranas al borde de un estanque? Soy un piel roja y nada entiendo. Nosotros preferimos el suave susurro del viento sobre la superficie de un estanque, así como el olor de ese mismo viento purificado por la lluvia del mediodía o perfumado con aromas de pinos. El aire tiene un valor inestimable para el piel roja ya que todos los seres comparten un mismo aliento - la bestia, el árbol, el hombre, todos respiramos el mismo aire.

El hombre blanco no parece consciente del aire que respira; como un moribundo que agoniza durante muchos días es insensible al hedor. Pero si les vendemos nuestras tierras deben recordar que el aire no es inestimable, que el aire comparte su espíritu con la vida que sostiene. El viento que dio a nuestros abuelos el primer soplo de vida, también recibe sus últimos suspiros. Y si les vendemos nuestras tierras, ustedes deben conservarlas como cosa aparte y sagrada, como un lugar donde hasta el hombre blanco pueda saborear el viento perfumado por las flores de las praderas.

Por ello consideramos su oferta de comprar nuestras tierras. Si decidimos aceptarla, yo pondré condiciones: El hombre blanco debe tratar a los animales de esta tierra como a sus hermanos. Soy un salvaje y no comprendo otro modo de vida. He visto búfalos pudriéndose en las praderas, muertos a tiros por el hombre blanco desde un tren en marcha. Soy un salvaje y no comprendo como una máquina humeante puede importar más que el búfalo al que nosotros matamos sólo para sobrevivir.

¿Qué seria del hombre sin los animales? Si todos se marcharan, el hombre también moriría de una gran soledad espiritual; porque lo que le suceda a los animales también le sucederá al hombre. Todo va enlazado. Deben enseñarles a sus hijos que el suelo que pisan son las cenizas de nuestros abuelos. Inculquen a sus hijos que la tierra está enriquecida con las vidas de nuestros semejantes a fin de que sepan respetarla. Enseñen a sus hijos que nosotros hemos enseñado a los nuestros que la tierra es nuestra madre. Todo lo que le ocurra a la tierra les ocurrirá a los hijos de la tierra. Si los hombres escupen en el suelo, se escupen a si mismos. Esto sabemos: La tierra no pertenece al hombre; el hombre pertenece a la tierra. Esto sabemos: todo va enlazado, como la sangre que une a una familia. Todo va enlazado. Todo lo que le ocurra a la tierra, le ocurrirá a los hijos de la tierra.

El hombre no tejió la trama de la vida; él es sólo un hilo. Lo que hace con la trama se lo hace a sí mismo. Ni siquiera el hombre blanco, cuyo dios pasea y habla con él de amigo a amigo, queda exento del destino común. Después de todo, quizás seamos hermanos. Ya veremos. Sabemos una cosa que quizás el hombre blanco descubra un día: nuestro dios es el mismo dios. Ustedes pueden pensar ahora que él les pertenece lo mismo que desean que nuestras tierras les pertenezcan; pero no es así. Él es el dios de los hombres y su compasión se comparte por igual entre el piel roja y el hombre blanco.

Esta tierra tiene un valor inestimable para él y si se daña se provocaría su ira. También los blancos se extinguirían, quizás antes que las demás tribus. Ensucien sus lechos y una noche perecerán ahogados en sus propios deshechos. Pero ustedes caminarán hacia su destrucción rodeados de gloria, inspirados por la fuerza del dios que los trajo a esta tierra y que por algún designio especial les dio dominio sobre ella y sobre el piel roja.

Ese destino es un misterio para nosotros, pues no entendemos por qué se exterminan los búfalos, se doman los caballos salvajes, se saturan los rincones secretos de los bosques con el aliento de tantos hombres y se atiborra el paisaje de las exuberantes colinas con cables parlantes.

¿Dónde está el bosque profundo? Destruido.

¿Dónde esta el águila? Desapareció.

Termina la vida y empieza la supervivencia.”



Bueno queda inaugurado oficialmente este blog. Ahora viene lo de la botella de cava golpeando el casco del barco y unos cohetes…¡Estás invitad@ a la fiesta!